lunes, 27 de julio de 2009

Hipocrates y Platon

  • 350 a.C.

Hipócrates funda una escuela de medicina racional en Grecia
El nombre más importante que puede asociarse a los comienzos racionalistas de la biología es el de Hipócrates (460-377 AC). Nada se sabe de su vida fuera de que nació y vivió en la isla de Cos, frente a la costa de Jonia. En Cos había un templo de Asclepios, el dios griego de la medicina. El templo era un equivalente aproximado a las actuales escuelas de medicina, y ser aceptado como sacerdote en dicho templo equivaldría hoy a recibir un título de médico. La gran contribución de Hipócrates a la biología fue reducir a Asclepios a un papel puramente honorario. Según la concepción hipocrática, ningún dios puede influir sobre la medicina. En síntesis, la tarea del médico, según Hipócrates, consistía en permitir que la ley natural produjese la curación. El cuerpo poseía sus propios mecanismos de defensa y era preciso permitirles actuar. Era una excelente teoría, si consideramos los limitados conocimientos de la medicina. Hipócrates fundó una tradición médica que perduró durante siglos después de su época. Los médicos de su tendencia firmaban sus escritos con el nombre de su maestro, de modo que hoy es imposible saber cuáles de ellos pertenecen realmente a Hipócrates. El juramento hipocrático, por ejemplo, que aún hoy leen los médicos al recibir sus títulos, seguramente no fue escrito por él y tal vez no haya sido concebido hasta seis siglos después. En cambio, uno de los más antiguos trabajos hipocráticos que trata sobre la epilepsia puede muy bien haber sido escrito por él. Si así fuera, constituiría un excelente ejemplo del ingreso del racionalismo en la biología. La epilepsia es un trastorno del funcionamiento del cerebro (todavía no completamente explicado) en el cual se interrumpe el control normal del cerebro sobre el cuerpo. En las formas más benignas, el enfermo puede interpretar erróneamente sus datos sensoriales y, por consiguiente, sufrir alucinaciones. En las formas más graves, el paciente pierde súbitamente el control de sus músculos, cae al suelo, grita, sufre espasmos y puede causarse serias lesiones. Algunos creen que se halla dominado por algún poder sobrenatural. El epiléptico está entonces “poseído” y el mal es entonces la “enfermedad sagrada”, pues se relaciona con seres sobrenaturales. En el libro De la enfermedad sagrada, escrito posiblemente por el mismo Hipócrates alrededor del 400 AC, se refuta enérgicamente esa interpretación del mal. Hipócrates afirma que, por lo general, es inútil atribuir causas divinas a las enfermedades y que no hay razones para considerar que la epilepsia es una excepción. Esta afección, al igual que todas las demás enfermedades, se debe a una causa natural y tiene un tratamiento racional. El desconocimiento de la causa y la inseguridad del tratamiento no contrariaban el principio. Toda la ciencia moderna no ha podido reemplazar este principio por uno mejor, y si insistiéramos en buscar una fecha, un hombre y un libro que señalen el comienzo de la ciencia de la biología, la fecha sería 400 AC; el hombre, Hipócrates, y el libro, De la enfermedad sagrada.

  • 387 a.C.

Platón funda la Academia, considerada como la primera universidad europea. Entre sus planteamientos indica el cálculo del número ideal de habitantes de una ciudad estado griega.
La Academia de Atenas o Academia platónica fue una escuela filosófica fundada por Platón cerca 388 a. C. en los jardines de Academo, y clausurada por Justiniano en el año 529. Dedicada a investigar y a profundizar en el conocimiento, en ella se desarrolló todo el trabajo matemático de la época y se desarrolló la teoría heliocéntrica. Su inclinación por los estudios matemáticos, le llevó a poner en el frontispicio de la Academia, la siguiente inscripción: "Aquí no entra nadie que no sepa matemáticas" Puede ser considerada como un antecedente de las Universidades.
En la filosofía antigua: el año 387 a. C. Platón funda en Atenas la Academia, uno de los centros educativos y de investigación más importantes de la Antigüedad (hasta el año 529 d. C., que fue cerrada por el emperador cristiano Justiniano). En esta escuela se enseñaba música, astronomía, matemáticas y, como culminación de los estudios, filosofía, y en ella destacaron importantes matemáticos y astrónomos; pero tampoco descuidó la Historia Natural (biología) ni el estudio de las Leyes. De los varios períodos que conoció la Academia, el más fiel al pensamiento de Platón es el primero, la Academia Antigua (siglos. IV y III a. C.), que sigue las doctrinas de Platón, si bien acentuando las ideas pitagóricas y matematizantes que se encuentran en sus últimos escritos. Prolongando el pensamiento de la Academia y ofreciendo una interpretación mística de su pensamiento destaca también el llamado neoplatonismo (siglos III-VI d. C.) con Plotino (205-270), Porfirio (232-304), Jámblico (240-325) y Proclo (410-485) como sus más importantes representantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario