lunes, 27 de julio de 2009

La biolologia de los griegos



  • 300 a.C.

Cultura Griega

Aristóteles con base en observaciones detalladas propone la teoría de la epigénesis, construye un sistema de clasificación de los seres vivos. Las principales obras que escribió fueron: Historia animal, Biología general de los animales, De Partibus Animalium y De Incessu Animalium.

Aristóteles fue el más grande naturalista de la Antigüedad, estudió y describió más de 500 especies animales; estableció la primera clasificación de los organismos que no fue superada hasta el siglo XVIII por Carl Linné. Se considera a Aristóteles como uno de los primeros biólogos, dado que se dio a la tarea de clasificar unas 500 especies de peces, entre otros animales. Sistematizó el reino vegetal dividiéndolo en dos grandes grupos:
Plantas con flores
Plantas sin flores (estas serían: musgos, helechos, algas, hepáticas, etc.)
La biología griega, e indudablemente la ciencia antigua en general, en cierto modo culminó con Aristóteles (384-322 AC). Oriundo del norte de Grecia, fue maestro de Alejandro Magno durante la juventud de éste. El auge de Aristóteles comienza en la edad madura cuando funda y enseña en el famoso Liceo de Atenas. Fue el más completo y versátil de los filósofos griegos. Escribió sobre casi todos los temas, desde física hasta literatura, desde política hasta biología. Por lo demás, la biología, particularmente el estudio de los organismos marinos, fue su primero y más caro amor intelectual. Además, sus libros sobre biología resultaron lo mejor de sus trabajos científicos, no obstante lo cual en tiempos más recientes fueron los menos considerados.
Aristóteles observó con cuidado y exactitud el aspecto y las costumbres de los seres vivos (lo que constituye la historia natural). Mediante este procedimiento registró alrededor de quinientas clases o “especies” de animales y estudió las diferencias entre ellas. La lista en sí sería trivial, pero Aristóteles fue más allá. Comprendió que animales diferentes podían ser agrupados en categorías y que este procedimiento no era fácil ni sencillo.
Aristóteles fue el fundador de la zoología (el estudio de los animales), pero, si nos atenemos a las obras que perduraron, no estudió mucho las plantas. Sin embargo, después de su muerte, su discípulo Teofrasto (380-287 AC), que lo sucedió en la dirección de su escuela, subsanó esta omisión del maestro e inició la botánica (el estudio de los vegetales). En sus trabajos describió cuidadosamente unas quinientas especies de plantas.
Generación espontánea
La Generación espontánea es una teoría sobre el origen de la vida. Aristóteles propuso el origen espontáneo de peces e insectos a partir del rocío, la humedad y el sudor. Explicó que se originaban gracias a una interacción de fuerzas capaces de dar vida a lo que no la tenía con la materia no viva. A esta fuerza se le llamó entelequia.
La teoría se mantuvo durante muchos años; Johann B. van Helmont en 1667, la mejoró y la estudió.
La teoría de la generación espontánea en los términos que fue planteada por Aristóteles fue refutada por un experimento del químico Louis Pasteur.

Botanica

Teofrasto termina dos libros en donde se propone un sistema de clasificación de las plantas y describe diversos aspectos de su fisiología.
TEOFRASTO DE ERESO (c. 371-286 a C.), discípulo de PLATON y ARISTOTELES, llamado por LINNEO "El padre de la Botánica", escribió dos importantes obras relacionadas con la Botánica: De Historia Plantarum De Causis Plantarum En la primera de ellas, compuesta por 17 monografías, se detallan 480 especies, muchos de cuyos nombres ( Crataegus, Daucus, Asparagus, Narcissus, etc.) se conservan en la actualidad. Estableció una clasificación que, aunque muy artificial, tuvo gran difusión, y es considerada como la primera clasificación artificial. En esta obra se diferencian incluso entre las hierbas las plantas anuales, bienales y perennes. ARBOLES, ARBUSTOS, SUBARBUSTOS, HIERBAS

Cuerpo humano

Herofilos disecciona el cuerpo humano.
Después de la época de Alejandro Magno y de su conquista del imperio persa, la cultura griega se difundió rápidamente por el mundo mediterráneo. Egipto quedó en poder de los Ptolomeos (descendientes de uno de los generales de Alejandro) y los griegos afluyeron en buen número a la capital recientemente fundada, la ciudad de Alejandría. Allí los primeros Ptolomeos fundaron el Museo, el equivalente más antiguo que se conoce de la universidad moderna. Los sabios de Alejandría son famosos por sus estudios de matemáticas, astronomía, geografía y física. Menos importante fue la contribución a la biología, aunque puede citarse dos nombres de primera categoría: Herófilo (300 AC) y su discípulo Erasístrato (250 AC).
En la era cristiana fueron acusados de disecar cadáveres humanos en público como método de enseñanza de la anatomía. Lamentablemente, es probable que ello fuese cierto. Herófilo fue el primero en conceder importancia al cerebro, considerándolo el centro de la inteligencia. (Alcmeón e Hipócrates pensaban lo mismo; no así Aristóteles que creía que la única función del cerebro era enfriar la sangre). Herófilo pudo distinguir los nervios sensitivos (los que reciben la sensación) de los nervios motores (los que inducen al movimiento muscular). Distinguió también las arterias de las venas al advertir que sólo las primeras eran pulsátiles. Erasístrato contribuyó también al mejor conocimiento del cerebro, señalando la división del órgano en dos partes, una grande, el cerebro, y otra pequeña, el cerebelo. Observó en especial el aspecto rugoso (las circunvoluciones) del cerebro y comprobó, incluso, que las rugosidades eran más acentuadas en el hombre que en otros animales. A raíz de ello relacionó las circunvoluciones con la inteligencia.
La disección de cuerpos humanos era conceptuada reprobable como objeto de estudio racional. Entre los egipcios pensábase que la integridad física del cuerpo se necesitaba para el adecuado goce en una vida ulterior. Para los judíos y cristianos la disección era un sacrilegio porque el cuerpo humano había sido creado a imagen y semejanza de Dios y, por consiguiente, era sagrado

No hay comentarios:

Publicar un comentario